Algunas comunidades autónomas como Madrid, Murcia o Andalucía tienen el objetivo de animar a nuevos autónomos a emprender y darse de alta a través de una bonificación conocida como Tarifa reducida o Cuota Cero, que le ha tomado el relevo a la ya famosa Tarifa Plana (la cual desaparecerá), y que será exclusivamente para aquellos que inicien su primera actividad en 2023.
Los trabajadores autónomos que se están beneficiando de la Tarifa Plana, no la perderán en 2023, pero no podrán cambiarse al nuevo sistema que establece una cuota mensual fija de 80 euros durante 2 años.
¿Qué diferencias hay entre una tarifa y otra?
La principal diferencia existente es el coste. La Tarifa plana es progresiva y durante el primer año, los autónomos bonifican el 80% de su cuota, lo que equivale a 69€ al mes si su base de cotización es la mínima. A partir del mes 13, la bonificación pasa a ser del 50% y del mes 19 al 24, del 30%.
Con la nueva Tarifa reducida, la cuota de 80€ al mes se mantiene durante 2 años. El primero de ellos para todos sin excepción y el segundo para aquellos cuyos ingresos no superen el salario mínimo.
¿Qué ocurre con los autónomos veteranos?
Parece que esta reforma pone fin a la libre elección de la base de cotización a partir del 2023, que pasará a calcularse en base a una estimación de sus ingresos reales.
¿Esto afecta a los autónomos veteranos? Podríamos decir que para unos pocos es una medida positiva, pero para la gran mayoría no. Muchos son los que creen que las cuotas deberían pagarse en función de los ingresos y no ser una cuota fija.
Además, a pesar de que este sistema sea progresivo, las cuotas mensuales siguen siendo elevadas.
Un desahogo
Aún así, los representantes de este colectivo aseguran que la cuota cero supone un gran desahogo para los autónomos en la que es probablemente la etapa más difícil para ellos, el comienzo de su actividad laboral.